Bienvenidos a un nuevo tutorial del Blog de ArtsMúsica. Hoy hablaremos sobre los principales signos de notación musical que podemos encontrar en una partitura, así que si te interesa hacer un repaso de todo ello y tener una idea amplia de cómo se escribe la música, esta síntesis es una buena opción para ti. También, si todavía no tienes conocimientos musicales y quieres aprender a leer partituras, este es un buen comienzo. ¡Vamos a ello!
Vídeo clase: cómo aprender a leer partituras
Principales signos de notación musical
Hay muchísimos signos de notación musical, pero vamos a resumir los principales, es decir, los más básicos para aprender a leer partituras. Comencemos primero por el pentagrama, que es el conjunto de cinco líneas con cuatro espacios, numerados de abajo hacia arriba:
No obstante, también es necesario en muchas ocasiones añadir líneas y espacios adicionales tanto arriba como abajo del pentagrama. Para ello se emplean pequeñas líneas de esta manera:
Si observas bien, en un pentagrama solamente se pueden escribir nueve notas (5 líneas + 4 espacios). Si comparamos estas nueve opciones con las teclas que tiene un piano, que son 88, pues nos faltan sitios en donde escribir en el pentagrama esas 88 notas. Es por esta razón que se utilizan espacios y líneas adicionales y también se hace uso de diferentes claves. Y justamente hemos llegado al siguiente signo: las claves.
Las claves nos sirven para darle un nombre y una altura determinada a las notas que se escriben dentro del pentagrama. Las más usadas son la claves de Sol y Fa, pero también existe la clave de Do en tercera y cuarta línea (antiguamente también en primera y segunda línea) y se reserva solo para una pequeña cantidad de instrumentos musicales. No obstante, las claves más comunes por su gran versatilidad y adaptabilidad a la mayoría de tesituras de instrumentos y voces son la de Sol y Fa:
La clave de Sol, como su trazo lo indica, comienza en la segunda línea, se usa sobre todo para instrumentos medios y agudos. En cambio, la clave de Fa, que se escribe sobre la cuarta línea del pentagrama, se usa para instrumentos de tesitura grave.
Y pasamos a comentar ahora lo referente a las notas musicales. ¿Sabes cuántas notas hay? Pues solamente hay siete y son las siguientes:
DO – RE – MI – FA – SOL – LA – SI
De la misma manera como en nuestra lengua existen 5 vocales y 21 consonantes (sin contar con las consonantes compuestas), en la música solo existen 7 notas. Sin embargo, hay una manera de cambiar ligeramente la afinación de estas notas por medio de alteraciones. Nos referimos al sostenido (#) y bemol (b). Ambos signos se ponen a la derecha de una nota y en la posición. Por ejemplo, si tenemos una nota Do en el tercer espacio en clave de Sol, el sostenido o bemol deberá colocarse a la misma altura:
El efecto que hacen estas dos alteraciones sobre una nota es variar su afinación medio tono. El sostenido hace más aguda la nota medio tono y el bemol la hace medio tono más grave. A la nota que no contiene ninguna alteración de este tipo se le llama nota “natural”.
Existe un tercer signo que también influye en el cambio de afinación de una nota en ciertos contextos. Nos referimos al becuadro (♮). Este signo se encarga de anular el efecto de un sostenido o bemol. En el siguiente ejemplo podemos observar que la nota Sol tiene un sostenido. En este caso, el efecto del sostenido perdura durante todo el compás afectando a cualquier otra nota Sol. No obstante, en el segundo Sol hemos colocado un becuadro para anular ese efecto y hacer la nota “natural”:
Otros signos imprescindibles en una partitura son los indicadores de compás. Se ponen después de la clave y de la armadura (si es que la hay). Se escribe en forma de fracción: el número de arriba (numerador) nos dice la cantidad de pulsos que van a entrar en cada uno de los compases de la partitura, y el número de abajo (denominador) nos dice la figura que va a entrar dentro en cada uno de esos pulsos. Por ejemplo, en un compás de 2/4 se deduce que entrarán dos pulsos por compás y cada uno de esos pulsos tendrá el valor de un cuarto, es decir, una negra. En resumen, podemos decir que entrarán dos negras por compás o su equivalente en otras figuras:
Justamente aquí es donde entramos al siguiente elemento: las barras de compás o líneas divisorias. Se trata de líneas que se ponen de manera vertical al pentagrama y lo atraviesan completamente, desde la línea 1 hasta la línea 5. Sirven para delimitar el núcleo de agrupación de los pulsos, el llamado “compás”. Gracias al compás podemos agrupar los pulsos fuertes y pulsos débiles, de tal manera que el ritmo musical adquiere sentido. Por poner un ejemplo, en un compás de 3/4 entrarían tres pulsos por compás y cada pulso tendría el valor de una negra. Cuando agrupamos los pulsos de tres en tres, el resultado es un pulso fuerte seguido de dos pulsos débiles. Esta dualidad de pulsos fuertes y débiles dota de sentido a la música:
Existen otro tipo de barras de compás, las llamadas barras de repetición y dobles barras finales. En el primer caso tendríamos, por ejemplo, una sección de la obra que se repite una o más veces. Para evitar escribir dos veces lo mismo alargando los compases de una partitura, lo que se hace es señalar qué sección y qué compases son los que se tiene que repetir señalándolos con las barras de repetición:
El segundo caso es el de las barras dobles o finales. Lo que indican este tipo de barras es que la partitura ha llegado a su fin. También pueden indicar que una sección de la pieza musical ha terminado y comienza otra, pero no termina la partitura.
Ahora vamos a comentar el tema de las figuras musicales. Antes dijimos que había siete notas musicales. Pues bien, actualmente el número de figuras musicales en uso son siete también: la redonda, la blanca, la negra, la corchea, la semicorchea, fusa y semifusa.
Cada figura musical también tiene su correspondiente silencio. La redonda tiene el silencio de redonda que se escribe como rectángulo abajo de la cuarta línea del pentagrama. El silencio de blanca se escribe pegado a la tercera línea del pentagrama y también es un rectángulo relleno igual que el de redonda. El silencio de negra no tiene una posición en el pentagrama, se puede escribir donde queramos, su forma es como la de un número tres.
En la música, los silencios son igual de importantes que los sonidos, por eso tenemos que aprender a medirlos con exactitud. Hay equivalencias matemáticas entre todas las figuras y sus silencios. La redonda sería el entero (1), la blanca la mitad (1/2), la negra la cuarta parte (1/4), la corchea la octava parte (1/8), la semicorchea la dieciseisava parte (1/6), la fusa la treintaidosava parte (1/32), y la semifusa la sesentaicuatroava parte (1/64).
Hay una manera de modificar los valores de las figuras. El puntillo de aumentación, que se escribe a la derecha de las figuras musicales, hace el efecto de sumar la mitad del valor de la figura que lo contiene. Es así que podemos prolongar el valor natural de cada figura y hacer ritmos que de otra manera no sería posible. Por ejemplo, una blanca con puntillo aumenta la mitad de su valor: una blanca tiene el valor de dos pulsos, su mitad es uno, por lo tanto 2+1= 3 pulsos. Una negra con punto equivale a un pulso más la mitad de su valor, por lo tanto es igual a 1,5 pulsos. Esta misma lógica se aplicaría a cualquier otra figura musical.
También existen las ligaduras de prolongación. El efecto de estas ligaduras es sumar el valor de dos figuras musicales que se encuentran escritas a la misma altura del pentagrama y están de manera sucesiva. Es importante que se cumplan estas condiciones porque de lo contrario no sería posible utilizar esta posibilidad. En los siguientes ejemplos hemos colocado dos casos en los que se puede usar la ligadura. En el primer ejemplo observamos que hay dos notas Sol consecutivas y a la misma altura (segunda línea del pentagrama). Debido a ello el primer Sol, en figura de negra, se “liga” al segundo Sol en figura de corchea. Por lo tanto, tendremos como resultado una nota Sol ininterrumpida con un valor de 1,5 pulsos:
En el segundo ejemplo hemos puesto las notas Sol al final del primer compás y al principio del siguiente. De esta manera, el primer Sol, en figura de negra, se une al segundo Sol en figura de blanca. El resultado es una nota Sol que se prolonga durante 3 pulsos enteros traspasando el límite del compás:
Hemos mencionado hasta aquí algunos de los principales signos de notación musical que podemos encontrar en casi cualquier partitura. No obstante, hay muchos más, pero los explicaremos en otros tutoriales más avanzados. Por ahora ya conoces las bases de la notación musical y entiendes mejor cómo funciona el sistema de escritura musical.
Te invitamos a que sigas explorando nuestros tutoriales para que sigas aprendiendo música, tenemos decenas de vídeo clases que te ayudarán a aprender música. Cualquier duda puedes escribirnos en los comentarios de abajo, estaremos encantados de ayudarte. Hasta la próxima.
Kathy dice
Muchas gracias. Muy clara la explicación.
José dice
Quiero otros signos q se colocan para repetir un trozo de música. Nadie lo publica. Solo ponen lo mismo. Es q vi solfeo hace años y me he olvidado. Por favor póngalos todos. Y se ahorra signos elementales. Gracias
María Estela dice
Tiene que poner en google: signos de repetición música.
Griselda Robles Cervantes dice
hola maestro, soy Griselda de México, yo estoy super encantada con sus videos, está muy claro, tiene usted una capacidad increible para la enseñanza, le agradezco muchísimo y claro que sigo aprendiendo con ustedes.
Gracias por hacer posible hacer crecer en nuestro acervo musical. Saludos!
Maria dice
Hermoso todo
Juan layza dice
Gracias amigo, es mi primera clase y espero encontrar mas material que seria muy util para mi, porfavor continua grabando mas materias
Leonardo de jesus ayala dice
Quisiera saber si se puede maestros, que notas se encuentran en cada embolo (1,2,3,) en el trombón si bemol Y EL DE DO.
JhonArt dice
Gracias por la explicación (curaso o introducción) de este arte auditivo ,da gusto encontrar información de lo que nos llama la atención para seguir mejorando,de nuevo gracias!