En el episodio 26 del podcast de ArtsMúsica, vamos a hablar de un tema que surgió como pregunta en una de las clases de dudas de la Escuela Online de ArtsMúsica. Un alumno me preguntó mi opinión sobre qué era mejor, tocar con la partitura o de memoria sin partitura.
La pregunta me resultó muy interesante para hablarlo ampliamente en este episodio del podcast. Así que si quieres saber la respuesta no dejes de escuchar.
Notas del programa:
- La partitura es sin duda la puerta de acceso a una obra musical. Sin la partitura no tenemos nada (a no ser que haya un buen registro sonoro de la obra).
- La partitura no es la obra musical, es solo una representación escrita de una idea sonora. La obra adquiere vida cuando el músico la interpreta con su instrumento.
- La partitura no tiene toda la información al 100% de una obra musical. Una partitura tiene limitaciones. Falta la parte de los criterios de interpretación.
- Los criterios de interpretación de las obras clásicas se aprenden de manera “oral”, por transmisión maestro-alumno. Hay varias escuelas pianísticas y cada una tiene diferentes criterios y técnicas para interpretar las obras musicales.
- ¿Qué datos nos aporta una partitura? Las notas musicales que se deben tocar (altura del sonido), la textura (simultaneidad de notas), el ritmo (la duración de cada nota y los silencios), la intensidad (fuerte o suave), el timbre (instrumentos o voces), la articulación (forma en que se conectan las notas entre sí), la agógica (velocidad), carácter (dolce, agitato, con brio, maestoso, entre otros).
- Sin embargo, hay diferentes criterios de interpretación de cada uno de los datos que nos aporta una partitura. Por ejemplo, qué tan fuerte es “forte” o qué tan suave es “piano”; qué tan rápido es presto o qué tan lento es adagio; qué notas tienen más importancia en un pasaje contrapuntístico u homofónico; entre otros muchos factores.
- Cuando estudiamos una nueva obra tenemos que aprender todo sus aspectos. Todo ello viene representado en la partitura. Son tantos datos que necesitamos estudiar con la partitura enfrente.
- En cada sesión de estudio solemos concentrarnos en una sección de la obra o en algún aspecto de su interpretación. A medida que pasa el tiempo iremos memorizando de forma natural cada uno de estos aspectos: las notas, la digitación, el ritmo, entre otros.
- La memorización de la partitura, o una parte de ella, nos permitirá dar continuidad a nuestra interpretación.
- Debemos aspirar a la memorización completa de la obra, de tal manera que no necesitemos de la partitura.
- Tener de memoria una obra nos ayudará a concentrarnos en los criterios de interpretación y el resultado sonoro de la obra. De la misma manera, seremos capaces de disfrutar realmente la obra sin ataduras y con total libertad.
- Algunos mitos: no memorizamos la partitura con cada una de sus notas, memorizamos la idea general de la obra con sus diferentes características. Asimismo, hay una memoria “muscular” en nuestras manos que nos impulsa a ir de una nota a otra sin necesidad siquiera de pensar en las notas. Aprendemos la idea sonora, no la partitura a nivel gráfico. Memorizar no solo es repetir incansablemente, es entender en profundidad la idea sonora de cada pasaje musical de la obra.
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