En el episodio 21 del poscast de ArtsMúsica vamos a hablar de la importancia de desarrollar la capacidad de improvisación en nuestro instrumento. Improvisar es experimentar, es crear. Es el punto en el que convergen todos nuestros conocimientos y habilidades como músicos.
A continuación os dejamos las notas del programa:
- Si leemos la definición de improvisación musical en la Wikipedia tenemos que “la improvisación musical es el arte de crear y ejecutar música que previamente no ha sido escrita y que surge de manera espontánea a través de una serie de material”.
- El Diccionario Oxford de la Música, uno de los referentes mundiales, dice que es “una interpretación de acuerdo al gusto inventivo del momento… sin una partitura escrita o impresa y no desde la memoria. Ha sido un elemento importante en la música a lo largo de los siglos”.
De la antigua música griega no ha sobrevivido prácticamente nada. Sin embargo, tenemos testimonios escritos sobre la práctica musical y sobre la teoría musical. Todo parece indicar que los músicos de la Antigua Grecia no utilizaban notación musical, solo se basaban en ritmos y escalas preestablecidas a partir de las cuales improvisaban algo nuevo. Cada ejecución musical era diferente. - A partir del siglo IV a.C. se hicieron populares los concursos de intérpretes de cítaras y aulós y los grandes festivales de música. Se dice que los intérpretes hacían complejas improvisaciones en sus instrumentos. Fue entonces cuando la música instrumental se independizó y miles de personas seguían a sus músicos favoritos.
- De alguna manera, la improvisación musical siempre ha estado presente en la práctica de los instrumentistas y cantantes. Es una práctica de creación musical 100% pura y natural.
Durante el Barroco, la concepción de la composición musical era muy diferente a la actual. Abundaba más la idea de co-creación intérprete-compositor. La estructura bajo continuo-melodía estaba pensada para dar lugar a la improvisación, tanto en la parte armónica como en la parte melódica. Cientos de personas se congregaban para escuchar las improvisaciones de cantantes en la ópera. - El famoso encuentro entre el legendario compositor Johann Sebastian Bach y el emperador Federico II en mayo de 1747 terminó en una gloriosa improvisación que más tarde daría lugar a la “Ofrenda musical”, una colección de cánones, fugas y otras piezas magistrales.
- El Clasicismo trajo consigo el culto a la partitura, de tal manera que era un sacrilegio cambiar o añadir algo que no estuviera en la partitura, y que por lo tanto, el compositor no hubiese concebido. Sin embargo, la improvisación se seguía practicando fuera del ámbito de la obra. Era una práctica de entretenimiento entre el público aficionado a la música. Eran habituales los eventos en donde se reunían los mejores intérpretes incluso famosos compositores como Mozart o Beethoven para improvisar algo en sus respectivos instrumentos.
- A partir del siglo XX se expandió un género musical que se basó completamente en la improvisación musical. Nos referimos al jazz. Es difícil definirlo de una manera clara, ya que en realidad el jazz representa un cúmulo de diversos estilos desde el blues, ragtime, el swing, el bebop, el cool jazz, el free jazz, el jazz rock, el jazz latino, smooth jazz, new age jazz o el jazz electrónico. Gracias al jazz, la improvisación musical volvió a la escena musical como una práctica imprescindible del músico.
- En mayor o menor medida, todos los géneros musicales contemporáneos o modernos, desde el pop al rock, contemplan la improvisación. Bastaría con hacer un poco de memoria auditiva para recordar algunas de los más famosos “solos” de guitarra eléctrica.
- La capacidad de improvisación se desarrolla a medida que aprendemos nueva música, interiorizamos nuevos estilos y nos hacemos con un criterio musical propio. Desarrollar la “musicalidad” en base a la experiencia es fundamental: escuchar para crear.
- Nuestra memoria rítmica, melódica y armónica nos dará los recursos que necesitamos para improvisar. Improvisar es crear algo nuevo, distinto, a partir de un material musical preestablecido.
- Debemos utilizar nuestra memoria auditiva juntamente con la técnica instrumental: saber tocar acordes, arpegios y escalas de todos los tipos posibles, desde escalas tonales hasta escalas modales y alteradas.
- Uno de las mejores estrategias para aprender a improvisar es escuchar a otros músicos improvisar, tantos como puedas. Después debes hacer el ejercicio de imitarlos. Cuando improvisamos creamos nuevas melodías o variantes melódicas, nuevos ritmos. Todo ello a partir de una base armónica que debemos conocer muy bien.
- Improvisar es experimentar, crear. Es el punto en el que convergen todos nuestros conocimientos y habilidades como músicos.
Y hasta aquí el episodio de hoy. Esperamos que os haya resultado de interés para seguir aprendiendo el maravilloso mundo de la práctica instrumental. Y si quieres comenzar a aprender de verdad, recuerda que puedes suscribirte a nuestra Escuela Online de Piano, en donde podrás aprender las bases del instrumento y también la improvisación. Nos vemos pronto.
Miguel dice
Hola, yo el Jazz y el blues lo conocí cuando era joven. Me impresió mucho, cuando en una discoteca de Mallorca, subieron al escenario 5 músicos, elegidos al azar, entre los más de 500, no se conocían y no hablaban el mismo idioms. Había un Sueco; un irlandés; un indio; un canadiense y un inglés.
Sin escalas previas ni base ninguna. Primero subió el contrabajo y se puso a tocar, luego el batería y se adaptó al ritmo del bajista. Luego el pianista; el guitarra y por último un saxo barítono.
Sonaba totalmente ATONAL, extraño, no habían patrones ni tonalidades ni compás ni nada. Cuando alguien cambiaba de tono los demás, poco a poco se iban adaptando y el bajista era el que cambiaba constantemente de ritmo. La verdad parecía caótico, pero al final fue un espectáculo maravilloso.
También quiero comentar, que cuando voy a ver jazistas que tocan standars, a la tercera vez que los escucho, las partes de improvisación que realiza cada instrumentista, prácticamente son las mismas, es decir los mismos dibujos y las mismas notas. Parece ser que los dibujos mentales de esas » improvisaciones», ya no lo son. Y me pasa con todos los «improvisadores, jazz, blues, rock etc. Es decir que la primera vez que los escuchas te parece un gran Show, pero cuando repites, se podría hacer siempre la misma partitura. Saludos.
ArtsMúsica dice
Hola Miguel, interesante comentario. Creo que cada músico tiene su estilo de improvisar y muchas veces hace los mismos giros melódicos y variantes rítmicas. Esto lo podemos ver con leyendas del jazz como Charlie Parker o Louis Armstrong, entre muchos otros. Gracias por tu aportación. Saludos.