¿De verdad quieres aprender a tocar el piano? No te vayas porque esto sin duda te interesa.
En este artículo te vamos a hablar de lo que pocas veces se dice. Sabrás todo lo que debes tener en cuenta para aprender a tocar el piano. Como todas las cosas buenas de la vida, aprender a tocar un instrumento musical implica dedicación, tiempo y esfuerzo. Siempre nos hablan del lado bonito de las cosas, pero aquí queremos hablar con total transparencia para que estés preparado y no te venga nada por sorpresa cuando estés en el proceso de estudio de este maravilloso instrumento. Sin embargo, queremos dejar una cosa bien clara, cuando después de mucho esfuerzo consigas dominar una pieza nueva en el piano experimentarás una sensación indescriptible. Es entonces cuando sabrás que todo ha valido la pena. ¡Comencemos!
La paciencia es la virtud del pianista
Cuando de estudiar música se trata, tenemos que ser muy conscientes del esfuerzo que tendremos que hacer para conseguir resultados. Quizá este sea el principal problema que hace que muchas personas que comienzan a estudiar un instrumento musical lo dejen al poco tiempo. Por esta razón, es importante que sepas que estudiar música es un reto de paciencia, ya que los resultados no se verán a corto plazo.
El estudio del piano implica sentarnos frente a un instrumento de gran tamaño (o un poco más pequeño si se trata de un teclado electrónico) durante varias horas, de preferencia cada día de la semana. A menudo te encontrarás con que algún pasaje de una pieza concreta no te deja avanzar, deberás detenerte a estudiar ese fragmento de pocas notas durante muchos minutos y repetirlo como si se trata de un disco “rayado”. Es probable que ese día no consigas dominar la dificultad a la que te has enfrentado y tengas que continuar estudiando lo mismo al siguiente día, y después al siguiente y al siguiente. Una vez hayan pasado dos o tres días, finalmente comenzarás a ver la luz al «final del túnel» y habrás conseguido tocar con mayor soltura el breve fragmento de apenas dos compases. Pero aun te quedará mucho camino por delante, ya que estás estudiando una pieza de 60 compases, así que tendrás que dotarte de mucha más paciencia para seguir adelante.

El caso que hemos descrito anteriormente es bastante común en el día a día de un estudiante de piano. Cada nueva obra que estudiamos en el piano es un gran reto, incluso para los pianistas profesionales. Cuando presenciamos un buen pianista vemos como sus dedos se deslizan por encima del teclado como si flotaran suavemente con una gran facilidad y naturalidad. Pero lo que no sabemos es que detrás de ese espectáculo hay un trabajo de meses, o incluso años si la pieza lo amerita. Krystian Zimerman, uno de los mejores pianistas del mundo, pasa muchos años estudiando una obra, y no es hasta que siente que la ha dominado, cuando finalmente la interpreta en público.
No queremos decir que el piano sea todo un sacrificio que no merece la pena, sino todo lo contrario. Lo que queremos decir es que, si realmente estamos seguros de que queremos aprender a tocar el piano, no nos importará pasar horas frente al instrumento hasta que consigamos dominar la obra. Es entonces cuando la magia sucede: ¡tocar una obra al piano con fluidez es una de las mejores experiencias de la vida! Nos habremos dado cuenta que el trabajo de horas frente al piano ha valido mucho la pena y estaremos dispuestos a repetir el proceso con una nueva obra.
Aprender a tocar el piano con una buena posición corporal
Tocar el piano es sin duda un ejercicio muy intelectual, pero no podemos negar que también el trabajo físico es muy importante. Nuestros dedos, manos, brazos, hombros, espalda y el cuerpo entero no han sido diseñados para tocar el piano, por lo que debemos trabajar para conseguir adaptar todo nuestro cuerpo a esta nueva actividad.

Lo que recibe más impacto es nuestro tronco superior, brazos y manos. Este impacto lo notaremos especialmente después de largas sesiones de estudio. Por esta razón es muy importante mantener una posición correcta para evitar lesiones. Para ello debes seguir las siguientes recomendaciones:
- Siempre adopta una posición con espalda recta, no encorvada. Este es uno de los principios fundamentales para evitar dolores de espalda provocados por pasar muchas horas frente al piano.
- Utiliza una banqueta o silla cómoda, procurando que se ajuste a una altura que te resulte cómoda con respecto al teclado del piano.
- Adopta una postura corporal libre de tensiones musculares. Los dedos, muñecas, codos y hombros deben estar en una posición natural y libre de cualquier rigidez.
- En el caso de que vayas a realizar sesiones largas de estudio frente al piano, debes descansar cada cierto intervalo de tiempo. Por ejemplo, por cada 45 minutos de estudio descansa 10 o 15 minutos.
- Ante cualquier dolor corporal en la espalda, los hombros, brazos o las manos, interrumpe inmediatamente la sesión de estudio del piano. Descansa unos minutos hasta que el dolor o la tensión muscular desaparezca. Después podrás continuar de nuevo la sesión de estudio del piano libre de dolores y lesiones corporales.
- Ante cualquier duda o problema no olvides consultar a tu médico.
Estudia el piano con la digitación correcta
Aunque no hace falta decirlo, sabemos que tenemos diez dedos, cinco en cada mano. Para una correcta técnica pianística es importante saber con qué dedo en concreto debemos tocar cada nota de una partitura. Es por ello que se utiliza como referencia la numeración de los dedos de la mano derecha y de la mano izquierda.
En muchas ediciones, las partituras pianísticas adjuntan un dígito numérico (del 1 al 5) encima o debajo de las notas, indicándose así el número de dedo con que debe ser tocada dicha nota. Es importante que aprendas cuanto antes la numeración de los dedos siguiendo el siguiente diagrama:

Entonces, estudiar el piano también consiste en memorizar con qué número de dedo debemos tocar cada una de las notas de una obra. Nuestra mente registra el movimiento muscular de cada pasaje de la pieza que estudiamos reteniendo en todo momento la transición de un dedo a otro dedo. Realmente lo que nuestra mente memoriza no son las notas aisladas de la partitura, sino el conjunto de varias notas en relación con el movimiento de la mano y sus dedos, es lo que se llama “digitación”.
Cuando estudiamos una obra nueva en el piano es sumamente importante establecer una buena digitación. La digitación correcta es la que mejor se adapta al conjunto de notas que debemos tocar y a las características particulares de tu mano. En este aspecto es esencial que tu profesor de piano te ayude. Una vez que estableces la digitación es sustancial que no la cambies, ya que nuestra mente debe memorizarla sin modificaciones. Si cada vez que tocas un mismo pasaje lo haces con dedos diferentes, no podremos activar la memoria muscular y el resultado será que nos equivocaremos siempre que toquemos dicho pasaje.
Las partituras de piano tienen dos claves
Una de las principales dificultades del piano en comparación con otros instrumentos, es que el pianista debe leer dos pentagramas simultáneamente. Cada pentagrama tiene diferentes claves, lo que significa que la posición de las notas no coincide en los dos pentagramas. El pentagrama superior generalmente está en clave de Sol y el pentagrama inferior en clave de Fa. Es común que tengas que asignar un pentagrama para cada mano: el de clave de Sol para la mano derecha (notas medias y agudas) y el de clave de Fa para la mano izquierda (notas graves).
Para que se entienda mejor lo que hemos comentado, pasamos a explicar primeramente lo que es un pentagrama. El pentagrama es el conjunto de cinco líneas horizontales paralelas y cuatro espacios que se forman entre las líneas.

Las líneas y espacios del pentagrama se numeran de abajo hacia arriba:

Las notas musicales se escriben en las diferentes posiciones de líneas y espacios, pero para que adquieran un nombre es necesario dibujar una clave al principio de los pentagramas. Hay tres claves musicales en uso: clave de Sol, clave de Fa y clave de Do. En el piano solamente se hace uso de las claves de Sol y Fa, que se dibujan a partir de la segunda y cuarta línea, respectivamente.
En las siguientes imágenes se puede observar la posición de cada una de las notas en ambas claves, algunas de ellas también en espacios y líneas adicionales al pentagrama:


Para leer una nota musical debemos identificar primeramente la clave que lleva la partitura, después debemos encontrar la posición exacta de la nota en el pentagrama. Por ejemplo, una nota escrita en el tercer espacio del pentagrama en clave de Sol será una nota Do, mientras que la misma posición en clave de Fa será una nota Mi.
Pero ¿por qué se utilizan diferentes claves? La respuesta es muy sencilla. El ámbito sonoro que se utiliza para hacer música es muy amplio y sobrepasa las posibilidades de una clave musical. Es decir, que no es posible escribir todas las notas musicales en un solo pentagrama y con una sola clave. Entonces hay que diversificar las notas en registros graves y agudos. Las notas con registro medio y agudo se escriben en clave de Sol (y en sus líneas y espacios adicionales), y las notas con registros graves se escriben en clave de Fa. Un ejemplo muy visual es precisamente el teclado de un piano. Este instrumento tiene 88 teclas en total, y cada tecla corresponde a una nota musical; por lo tanto, un pianista tiene a su disposición 88 notas para tocar. Debido a que no es posible escribir las 88 notas en un solo pentagrama, el pianista tiene que leer dos pentagramas al mismo tiempo, uno en clave de Sol y otro en clave de Fa. Generalmente las notas graves se tocan con la mano izquierda leyendo la clave de Fa, y las notas medias y agudas con la mano derecha y leyendo la clave de Sol.

Los instrumentos melódicos, como el violín, la flauta, la viola o el contrabajo, utilizan la clave que se ajusta a su tesitura sonora. En el caso del violín y la flauta se utiliza la clave de Sol, pues ambos instrumentos son capaces de reproducir notas de altura media y aguda. En el caso de la viola, la clave que se utiliza es la de Do (en tercera línea) porque este instrumento reproduce notas que se encuentran en un registro medio principalmente. El contrabajo, en cambio, al reproducir notas graves, utiliza exclusivamente la clave de Fa.
En ningún otro instrumento que no sea de teclado es posible tocar tantas notas juntas (con excepción del arpa). Es por ello que en el piano podemos tocar diversas texturas sonoras, melodía y armonía juntas, de tal manera que es posible reproducir lo que una orquesta completa puede hacer. Es por esta cualidad que el piano es uno de los instrumentos más populares entre el público musical.
Aprender a reconocer las notas en el piano
Las notas musicales tienen una posición específica en el teclado del piano. Generalmente, las notas que se escriben en clave de Sol se tocan con la mano derecha (notas medias y agudas), y las notas que se escriben en clave de Fa se tocan casi siempre con la mano izquierda (notas graves), aunque hay algunas excepciones a esta regla.
El teclado de un piano tiene originalmente 88 teclas, de las cuales 52 son teclas blancas y 36 son teclas negras. Todas las teclas blancas del piano representan a las denominadas notas naturales, y las teclas negras representan a las notas cromáticas (sostenidos y bemoles). Sin embargo, hay en el mercado musical diferentes versiones de pianos digitales o teclados electrónicos con menos de 88 teclas, los más comunes son de 76, 61 y 49 teclas. Es importante que sepas con exactitud qué tipo de piano o teclado tienes, para que así puedas ubicar correctamente el Do central de tu piano siguiendo el siguiente esquema:

Para recocer fácilmente las notas en el teclado de un piano, podemos basarnos en la disposición de las teclas negras, que se presentan en grupos de dos y en grupos de tres teclas negras. Las teclas blancas que se encuentran a la izquierda de la primera tecla negra del grupo de dos teclas negras, siempre será la nota Do. Este punto de referencia nos puede ayudar a localizar el resto de las notas.

Aprender a organizar una sesión de estudio del piano
Una de las cosas más importantes en la práctica del piano, es saber organizar correctamente una sesión de estudio. La metodología que sigas al estudiar el piano va a determinar en un 99% tus probabilidades de éxito. Tan importante es que estés estudiando la lección adecuada a tu nivel como también la forma en que la estudies.

En general, podemos dividir una sesión de estudio del piano en tres partes: ejercicios de técnica y calentamiento, repaso y perfeccionamiento de obras anteriores, y estudio de una o varias obras nuevas.
Los ejercicios de técnica y calentamiento son imprescindibles para poder preparar nuestros dedos para una sesión de estudio que a menudo se puede extender durante varios minutos e incluso horas. Existen ejercicios específicos para este cometido, y aunque al principio no serán tan necesarios, a medida que avanzamos en nuestro nivel en el piano el impacto sobre nuestros dedos será mayor. Estos ejercicios también nos ayudarán a conseguir que nuestros dedos sean más hábiles y flexibles.
El repaso y perfeccionamiento de obras anteriores consiste en volver a tocar piezas que en el pasado ya hayamos dominado. Esto es importante para no olvidarlas y para mantener siempre un repertorio musical disponible para tocarlo en cualquier ocasión. Además, otras ventajas de repasar obras anteriores es poner a trabajar nuestra memoria musical, que es un aspecto que debemos desarrollar como músicos. Por último, debes saber que nunca debemos pensar que hemos terminado de estudiar una obra musical, ya que siempre podemos mejorarla, y cuanto más tiempo pasa, más maduraremos en interpretar esa obra. Los grandes pianistas dedican muchos años de su vida a perfeccionar una misma obra musical.
Finalmente, algunas recomendaciones generales que debes tener en cuenta en el estudio del piano son las siguientes:
- Aprender a autogestionar el estudio. Para ello es muy importante ser honestos con nosotros mismos y saber valorar nuestro ritmo de aprendizaje de manera objetiva. Si algo no funciona bien, cámbialo.
- Estudio del piano cada día. Para poder avanzar en el estudio del piano es muy importante la constancia. Aunque tengas unos horarios muy ajustados, intenta practicar un poco cada día, aunque sean 15, 20 o 30 minutos, lo que tú puedas. Es más efectivo estudiar 20 minutos todos los días, que hacer sesiones de 6 horas cada siete días.
- Si estás estudiando con los tutoriales y cursos de ArtsMúsica, utiliza los vídeos de las clases como guías de estudio. Realiza paso a paso lo que se propone en cada clase, cada parte de la clase es sumamente importante. Si necesitas repasar más de una vez una sección de la clase, regresa el vídeo las veces que sean necesarias.
- No avanzar en los contenidos de un método de piano si no has logrado superar satisfactoriamente los ejercicios que le preceden. Debemos aprender de manera gradual, todo llegará a su debido tiempo.
- La paciencia es la principal virtud del estudiante de piano. Todos tenemos diferentes ritmos de aprendizaje, pero lo importante es conseguir, ya sea más tarde o más temprano, los objetivos propuestos en cada obra o lección. ¡Mucho ánimo!
¿Qué tipo de piano necesito para empezar a estudiar?
Esta es una pregunta habitual entre las personas que quieren empezar a estudiar el piano. Al principio, cualquier tipo de piano te puede servir para empezar a estudiar tus primeras lecciones, pero a medida que vamos avanzando será necesario adquirir un piano de características muy concretas.
Para responder a esta pregunta haremos una comparativa. Imagina que de pronto has decidido comenzar a hacer ejercicio y quieres empezar a correr 20 minutos cada día. Al no tener unas zapatillas deportivas visitas una tienda especializada en deporte. Allí encuentras zapatillas de muchos precios, algunas de ellas cuadruplican el precio de las más económicas. Le preguntas al dependiente de la tienda, que además del precio, cuál es la diferencia entre unas y otras. Te dicen que las más económicas son para práctica esporádica del deporte y las más caras para corredores profesionales. Para decidir cuáles zapatillas vas a comprar puedes hacer dos razonamientos: comprar las más económicas porque no vas a darles un uso profesional a corto o mediano plazo, o comprar las profesionales porque estás seguro que en el largo plazo te convertirás en un corredor semiprofesional o profesional y quieres hacer una buena inversión desde el principio.
Elegir el piano adecuado para tus necesidades es fundamental, ya que se trata de una inversión económica importante. Si solo quieres probar durante algún tiempo estudiar el piano para estar seguro si te va a gustar o no, pues tu inversión debe ser mínima. En cambio, si ya estás seguro de que se trata de una actividad que te gusta y vas a practicarla durante muchos años, quizá te convenga hacer una inversión mayor desde el principio.
Lo cierto es que con cualquier piano o teclado electrónico puedes empezar a estudiar, pero a medida que vas subiendo de nivel necesitarás tener un piano más profesional. La primera decisión que tendrás que tomar es la siguiente: piano acústico o piano electrónico. Sin lugar a dudas, los pianos acústicos son los ideales, ya que su mecánica interna es real y te ayudará a desarrollar mucho mejor como pianista. Pero también es verdad que con el paso de los años los teclados electrónicos van mejorando y podemos encontrar algunos con muy buenas prestaciones.
Los pianos acústicos son muy caros, pero su duración es prácticamente para toda la vida. Pero conlleva gastos adicionales de manera periódica porque tienes que darle mantenimiento a cargo de un profesional como mínimo una vez por año. Si quieres convertirte en un pianista semiprofesional o profesional, esta sin duda es tu mejor opción.

En cambio, si no quieres gastar mucho dinero en un piano acústico, pero quieres tener las mismas prestaciones porque quieres practicar el piano de manera seria y prolongada en el tiempo, una buena opción sería comprar un piano digital con teclas contrapesadas y acción de martillo. Esto quiere decir que, aunque se trate de un instrumento electrónico, te da la sensación de estar tocando un instrumento real. Sin embargo, queremos aclarar que, aunque la experiencia con un piano digital sea muy parecida a la de un piano acústico, nunca va a ser igual. Si decides pasar a un nivel semiprofesional, este piano ya no te servirá, pero si solamente quieres llegar a un nivel de aficionado avanzado, es el piano perfecto.

Y por último están los teclados electrónicos. Son los pianos más baratos, pero no tienen las mismas prestaciones que un piano digital ni tampoco tienen las 88 teclas (los hay de 76, 61 y 49 teclas). La mayoría de ellos carecen de teclas con acción de martillo, por lo que no podrás desarrollar la fuerza requerida en los dedos. Este tipo de piano te puede servir para estudiar tus primeras lecciones y darte cuenta si realmente te gusta estudiar este instrumento. Ha medida que avances en el nivel de estudio necesitarás cambiarlo por uno de mayores prestaciones.

Hemos llegado al final de este artículo. Esperamos que lo que hemos comentado aquí te haya servido para decidirte a emprender el camino de estudiar el piano. Para los amantes de este instrumento la experiencia de tocar una obra completa es algo que adoramos vivir. Si tienes una verdadera inquietud por aprender a tocar el piano no esperes más, comienza hoy mismo. En ArtsMúsica tienes decenas de vídeo tutoriales gratuitos y cientos de vídeos en la zona premium que te ayudarán a aprender el piano con una metodología 100% online.
Esperamos verte pronto en ArtsMúsica. ¡Hasta la próxima vez!
Hola amigos me parece muy interesante éstas recomendaciones para iniciar el curso de piano las quiero llevar a cabo
Estoy muy interesado en aprender a tocar éste bello instrumento musical. Les agradezco ésta oportunidad que nos dan para cumplir con este sueño.
Muchas gracias por tu comentario. Cualquier duda que tengas puedes escribirnos de nuevo. ¡Mucha suerte en el estudio del piano!
Muchas gracias por tu aporte. Un cordial saludo.